Un 26 de enero hace 201 años, nació ese gran héroe nacional que con
solo 25 años decidió tomar las riendas del destino como nación
junto a un grupo de jóvenes dispuestos a darlo todo por la patria. Con
solo 25 años fundó La Sociedad Secreta La Trinitaria.
Leer cada episodio de esa hermosa e
impactante historia que tiene como descenlace la proclamación de la
República Dominicana como una nación libre e independiente de toda
dominicación extranjera, me hace caer en cuenta que hubo un grupo de
jóvenes que perfectamente se pueden tomar como modelos y/o ejemplo digno
de imitar.
Las cualidades presentadas en las entradas anterioriores son parte de la vida de este digno personaje que trae mucha historia.
sábado, 8 de noviembre de 2014
Identidad
En mi opinión personal, creo que el móvil principal de las acciones de Juan Pablo Duarte y toda La Trinitaria lo fue tener una IDENTIDAD CLARA. Ellos sabían quienes eran, conocían su entorno y estaban convencidos de que no nacieron para vivir en cautiverio.
El Complejo Guacanagarix domina hoy en día, NO conocemos nuestra historia y tristemente hay quienes incluso NO SABEN quien fue Juan Pablo Duarte o qué era La Trinitaria. En fin, mi dolor más grande es convivir con una generación de jóvenes que no saben quienes son, ni de dónde vienen. Esta falta de identidad les hace ser influenciables, manipulables y les vuelve blanco fácil a las tendencias negativas como drogas, delincuencia, violencia, alcoholismo, etc. ¿Es esto lo que queremos? Lo dudo mucho.
Patriotismo
Es evidente que para Duarte y sus compañeros, la patria fue su pasión. Todos vieron lo que ocurría en ese entonces en su tierra y tomaron acción. Para ellos, el bien colectivo era prioridad y confieso que anhelo ver aunque sea la mitad de los jóvenes de este tiempo tener al menos la mitad de ese patriotismo.
Disciplina:
Se requiere mucha disciplina para adquirir los conocimientos y la inteligencia que tenía Juan Pablo Duarte, más aun, se requiere más para lograr la liberación de todo un pueblo. Nuestro Padre de la Patria era un hombre organizado, con sus metas y objetivos claros.
A nosotros como jóvenes se nos pide disciplina en nuestras casas, en nuestros estudios, en nuestros trabajos, etc. Haciendo esto no corremos el riesgo de morir, solo corremos el riesgo de ser grandes hombres y mujeres. ¡MIRA QUE GRAN DAÑO!
Los pies sobre la tierra
¿Creen que si Juan Pablo Duarte habría sido un jóven distraído e iluso hoy seríamos dominicanos? Personalmente yo LO DUDO MUCHO. Duarte era un soñador, pero con los pies muy bien puestos sobre la tierra. Sus sueños no se quedaban ahí, ÉL TRABAJÓ DURO para ver una República Dominicana libre e independiente.
Jóvenes, el tiempo de querer ser Iron Man, El Hombre Araña, Super Man, La Mujer Maravilla, Kim Posible, Harry Potter o Bella Swang ya pasó, quedó atrás cuando empezamos a crecer. Soñando que tenemos poderes mágicos no vamos a hacernos de una carrera. Publicando memes, chateando por el pin y perdiendo el tiempo en Facebook, no vamos a llegar a ningún lado. Nuestros sueños (si son reales y no fantasías) los alcanzamos con trabajo, esfuerzo y dedicación, no con los ojos cerrados imaginando como sería y esperando que por arte de magia se hagan realidad.
Liderazgo:
Juan Pablo Duarte, a pesar de su corta edad, era escuchado, respetado y seguido. Él no solo convocó, reunió y dirigió a grandes hombres y mujeres a favor de la patria, sino que además logró que ellos actuaran impulsados por el amor a su patria y su gente. En contraste con esto, en las calles de República Dominicana nos encontramos con jóvenes llenos de sed de poder y dispuestos a hacer lo que sea por llegar a la cima de la pirámide y mantenerse ahí.
Jóvenes, dejemos de copiar las dictaduras de toda la historia y tomemos como ejemplo a esos grandes héroes que por el camino del bien han logrado grandes cosas.
¡JÓVENES DE HOY!
No todo está perdido, aun tenemos tiempo de enmendar errores, de retomar el camino correcto y de ser mejores. Conozcamos nuestra historia, estudiemos, trabajemos y luchemos por ofrecer valor a esta sociedad que vive diciendo que somos el futuro y la mejor forma de hacer honor a esa expresión es demostrando que ese futuro “TENDRÁ UN FUTURO”.
Recuerdo que una de mis maestras siempre decía: “El que nada sabe, nada vale” y con el tiempo pude ver cuanta realidad había en su tan repetida frase. Antes de Juan Pablo Duarte hacer la carrera de su vida a favor de la patria, tuvo una preparación educativa. Su aprendizaje y conocimientos fueron los que le llevaron a hacer tanto. ¿No te dice esto algo? ¿Quieres ser como Duarte? Fácil: ¡ESTUDIA!
sábado, 1 de noviembre de 2014
La juventud y los deportes
La práctica del deporte es buena para la mayoría de las personas y en el caso de los adolescentes, aún más. No sólo ayudará al desarrollo de su organismo que es tan importante en esta etapa sino, también, servirá para prevenir hábitos muy perjudiciales como el consumo de tabaco, alcohol o drogas.
Beneficios para la formación del carácter
La práctica de cualquier deporte con constancia ayuda a que los adolescentes aprendan la importancia de la disciplina , la constancia y el esfuerzo. Fomenta igualmente la competitividad que si se desarrolla con moderación puede ser muy beneficiosa en su vida. Los chicos y las chicas aprenden a disfrutar de las victorias y a hacerse fuertes con las derrotas. En el caso de los deportes de equipo se amplía además la cantidad de beneficios para los chicos. Aprenden la importancia de contar con los demás lo que desarrolla su sociabilidad ; entienden la importancia de respetar la autoridad; la necesidad de seguir las reglas y la trascendencia de respetar a los rivales.
martes, 28 de octubre de 2014
En la actualidad los jóvenes son más susceptibles a confundir el Amor con la Atracción,
ya que, se confunde con la sensación de explosiva de “enamorarse”, y
por el súbito derrumbe de barreras que existían en el momento entre dos
personas desconocidas.
Según Erich Fromm –“Tal experiencia de repentina intimidad es, por su
misma naturaleza de corta duración”.¿Por que pasa esto? por que
conocemos a la persona tan bien que no hay más barreras que superar y de
cierto modo la relación se vuelve monótona y cansada, a pesar de tratar
de renovar la relacion a diario.
Muchas
veces para tratar de sentirnos mas cercanos a la persona que “amamos”,
compartimos nuestros sueños, deseos, anhelos y también mostrando nuestro
lado infantil, para así crear un tipo de intimidad con la otra persona y
un grado de confianza, como dice Fromm-“se consideran formas de salvar
la separatidad”, pero, también esto puede traer como consecuencia lo
contrario, y puede provocar la sensación de lejanía hacia esa persona o
viceversa, y todo esto con el propósito de no sentir esa separatidad con
esa persona, y encontrar la exclusividad del amor.
También
es común encontrar actualmente parejas que están “enamorados” entre
ellos y que no aman a nadie más si no que solo ellos mismos, como lo
llama Fromm-“su amor es, en realidad, un egoísmo à deux” lo que quiere
decir es que son dos seres que se identifican el uno con el otro, y que
entre ellos resuelven su problema de separatidad convirtiéndose al
individuo aislado en dos. En resumen que están enajenados del resto del
mundo.
Actualmente no se toma mucho en cuenta la premisa de que si hay amor,
hay que amar desde la esencia del ser y vivenciar a la otra persona en
la esencia de su ser, y que el amor debe ser un acto de voluntad en el
que decidimos nuestras decisiones como a quien deberíamos dedicar toda
nuestra vida, y esa decisión se afirma con el matrimonio. Pero ¿Cómo
seria este razonamiento en otras culturas?, por ejemplo antiguamente en
las costumbres mas tradicionales los padres eligen la pareja de sus
hijos y cuando son grandes los casan esperando que se amen mutuamente.
Pero en nuestra cultura actual es una idea falsa ya
que, se espera conocer a la persona y “enamorarse” antes de casarse o
tener una relación estable, y que sin estos sentimientos no existirían
bases para proclamar amor eterno, pero que también esta decisión implica
juicio y decisión.
En
conclusión si tomamos en cuenta en cuenta los puntos de vista
recientes, cabe decir que todo está relacionado exclusivamente con el
acto de voluntad y compromiso, y que cada uno somos parte de una
situación y que somos una entidad única e irrepetible, y que poseemos
ciertos elementos que nos hace específicos, y que las decisiones que
tomemos a futuro, sean definitivas y no de experimentación, y que la
relación no pueda disolverse en el tiempo.
LA JUVENTUD Y LA MADUREZ
La etapa juvenil, que podríamos considerarla extendida entre el apaciguamiento de la ebullición puberal, hacia los 18 años en los varones y hacia los 16 en las hembras, hasta la madurez, entre los 22 a los 26 años en los varones y entre los 20 a 24 en las hembras, se caracteriza por una progresiva independencia en el aspecto económico y en la iniciativa y responsabilidad de los actos y por la transformación de los criterios.
El joven tiene que enfrentarse con una mayor complejidad de todos los antiguos problemas, y además:
– Con la preparación para afrontar la lucha en el terreno profesional. Durante la adolescencia y pubertad el problema profesional se enfoca más bien desde un punto de vista vocacional. de orientación mediante la interpretación de las propias tendencias y necesidades a que dan origen los impulsos, las aficiones y aptitudes. En la juventud, continúa este tanteo, pero en él. El sujeto se acerca cada vez más a la realidad. Es todavía una preparación. Se está maduro profesionalmente cuando se ve claro y se toma conciencia de la profesión.
– Con el problema de construir una nueva concepción de la vida y una filosofía personal que sea al mismo tiempo síntesis de todas sus experiencias y tenga la coherencia y adaptabilidad necesaria para poder interpretar el mundo y servir de base positiva a la postura personal ante su pasado y su futuro.
– El complejo de problemas que implican el abandono del domicilio de sus padres y el establecimiento de una nueva familia: encontrar consorte, medios económicos suficientes, etc.
– La tensión sexual alcanza su punto culminante en la fase de la juventud, haciendo por lo mismo más necesaria la orientación, tanto más cuanto que hoy, debido a la complejidad de la sociedad, resulta más difícil el ajuste del individuo y aumentan las exigencias que se le plantean, retrasando la edad en que contrae matrimonio, con lo que se alteran también la duración del noviazgo, el tipo de relaciones mutuas, los proyectos que dependen de la solución que se dé al problema profesional, así como el número de hijos.
La atracción sexual genérica en la pubertad, se concreta ahora en una persona determinada, con la que se mantienen relaciones constantes y exclusivas, estabilizándolas con el contrato matrimonial.
«En la gran mayoría de los casos el matrimonio es cuestión interna de un mismo grupo, es decir, las dos partes contrayentes tienden a ser de la misma raza, nacionalidad, religión y estado socioeconómico» (Davis y Reeves).
Hasta tal punto que parece ser que el 50% de los matrimonios se contraen entre individuos que habitan en un mismo barrio y un 25 % por parejas cuyos domicilios no distan entre sí más de cinco manzanas o bloques de casas.
Es interesante y curioso a este respecto la encuesta de Adams en la que un número de solteros y solteras obtuvo en sus respuestas el siguiente porcentaje; a esta pregunta: «¿Qué espera usted del matrimonio»?, contestaron:
SOLTEROS
|
SOLTERAS
|
Compañía 40 %
|
Amor 33 %
|
Reducción de tensión 30 %
|
Seguridad 27 %
|
Amor 30 %
|
Compañía 20 %
|
Hijos 10 %
|
Hijos 11 %
|
Hogar 5 %
|
Reducción de tensión 9%
|
Y según los resultados de Vail y Stault, las cualidades que ambos sexos prefieren en el consorte son:
– Carácter moral.
– Semejanza de intereses.
– Inteligencia.
Según Cattell, las personalidades defectuosas tienden a quedar excluidas del matrimonio, por ejemplo los individuos emotivamente inmaduros o defectuosamente integrados, los delincuentes, las personas con tendencia histeroide, etc. Este hecho hace ver un proceso selectivo en la vinculación conyugal. Según el mismo autor, existe también un proceso clasificador, por el que tienden a unirse matrimonialmente parejas que pertenecen a un mismo grupo de promedio de cualidades y condiciones, aproximándose a una correlación en torno a 0,50 respecto a la mayoría de las cualidades: estatura, peso, salud, inteligencia, nivel cultural, grado y tipo de educación, intereses, tendencias comunicativas y expansivas, etcétera; y sólo se exceptúan ciertos rasgos, como la tendencia dominante o sumisa, en la que la correlación se aproxima más a una complementación que a una semejanza.
Lo expuesto es más una problemática propia de la juventud que una descripción de las características de esta fase de la vida. Sin embargo la juventud es la época de la solución de los principales problemas que se plantean al individuo para el resto de su vida.
Afortunadamente el joven se halla con todas sus energías al máximo de su rendimiento, lo que le sitúa en las mejores condiciones para resolver con las mayores probabilidades de acierto dichos problemas, aunque, de hecho, la experiencia demuestra un alto porcentaje de errores.
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